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En una emocionante jornada de sábado, España brilló en la Copa del Mundo de Szeged, con destacadas actuaciones de sus representantes gallegos en diversas disciplinas. Antía Jácome, junto a su compañera María Corbera, se destacó con dos finales disputadas, asegurando una medalla de bronce en la primera y alcanzando la cima del podio en la segunda.
En la final del C2 500 metros, Jácome y Corbera se hicieron merecedoras de la medalla de bronce, demostrando un desempeño admirable. El oro fue para China, mientras que Canadá se adjudicó la plata, en una competencia reñida que mantuvo a los espectadores en vilo.
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La dupla española no se detuvo ahí, ya que en la final del C2 200 metros, Jácome y Corbera dominaron la carrera con un tiempo de 42.66, dejando atrás a sus rivales con autoridad. Moldavia y Portugal completaron el podio en esta vibrante carrera.
Por su parte, el equipo masculino de K4, compuesto por Carlos Arévalo, Rodrigo Germade, Saul Cravioto y Marcus Cooper, regresó al podio después de un desempeño menos satisfactorio en el pasado mundial. Con una carrera de menos a más, el equipo español se aseguró un lugar en el podio, con Alemania llevándose la victoria y Australia en segundo lugar.
El equipo español también brilló en otras categorías, con el K4 femenino liderado por Teresa Portela junto a Carolina García, Sara Ouzande y Estefanía Fernández alcanzando la quinta posición en la final de 500 metros.
Pablo Crespo, completó las finales con una sólida actuación en la final de C1 500 metros, finalizando en una meritoria cuarta posición. A pesar de quedar a tan solo 500 milésimas del podio, Crespo demostró su habilidad en la competencia internacional, compitiendo en todo momento en los puestos de cabeza, en una carrera que fue ganada por el brasileño Isaquias Queiroz.